sábado, 19 de septiembre de 2020

Via Alpina. Ruta verde. Mi décima etapa. De Hahnenmoospass a Gstaad.


Distancia: 27,46 Km
Tiempo: 6 h 12'
Altitud máxima: 2.117 m
Altitud mínima: 1.152 m
Desnivel positivo acumulado: 1.060 m
Desnivel negativo acumulado: 1.938 m
Dificultad técnica: T2
Track: Wikiloc

Etapa anterior...

Paisajes y relieves mucho más suaves que las etapas anteriores y de una soledad casi absoluta a lo largo de todo el recorrido ya que sólo me crucé con gente en Lenk y en Gstaad. Esta fue una jornada en la que podría haber disfrutado mucho pero de la que por desgracia, el recuerdo más intenso que guardo de ella es el dolor y los pinchazos que me producía la ampolla del pie izquierdo. Una ampolla que no solo no se estaba curando si no que cada día tenía peor pinta.

El caso es que como cada mañana me puse en marcha nada más desayunar...


... y aunque ya desde el principio el camino era cuesta abajo...


... las molestias en los pies no me dejaban disfrutar del todo de este precioso paisaje.


Una hora más tarde llegué a Lenk. El tiempo es estupendo y allá donde mires, el verde y el azul son los colores que mandan.


El pueblo en sí lo atravieso en linea recta, casi como si quisiera salir de allí lo más rápido posible, y empieza una subida por un camino muy estrecho junto a un arroyo de montaña, atravesando un bosque bastante tupido.


Un poco de sombra que se agradece...


... donde aprovecho de vez en cuando para hacer alguna parada aunque sea con la excusa de sacar lo que Natalia llama mis "fotos artísticas"


A medida que voy cogiendo altura, el bosque se hace cada vez menos espeso hasta que llega un momento en que se abre por completo.


Pero yo a lo mío, que de momento es ir siguiendo las señales que me conducen al siguiente paso de montaña.


Esta parte del recorrido no es muy dura que digamos. Las pendientes son mucho más suaves que los días anteriores y además, cuando voy hacia arriba, las ampollas me dueles bastante menos que cuando voy hacia abajo.


Una vez superado el collado y viendo el panorama que se podía apreciar desde allí, me fui haciendo a la idea del interminable descenso que tenía por delante. 


Y aunque afortunadamente el camino era de lo más cómodo, muy fácil y con una suave pendiente, cada paso que daba me rozaba en las puñeteras ampollas y me daban unos pinchazos que convirtieron lo que habría sido una "jornada de descanso" en una molestia continua. Pero bueno, con este paisaje a mi alrededor bien merecía la pena.



Yo, que soy un tío muy cateto, no sabía que Gstaad es una población del tipo de St. Moritz o Davos, donde los millonarios van a esquiar, y me quedé super parado al entrar en el pueblo y empezar a ver una detrás de otra, mansiones y cochazos de lujo. Y más aun tiendas como Louis Vuitton, Hermes o Prada.


Ya me veía yo pagando un dineral para poder pasar allí la noche, o seguir caminando hasta que apareciera otra cosa, pero tuve la suerte de encontrar, (justo en el centro del pueblo, flipas), un hostal donde se comía super bien y que casualmente tenía una habitación individual libre por un precio muy parecido al que había pagado en otros sitios por dormir en una habitación compartida y sin baño.
La ventanita del arriba a la izquierda era la de mi dormitorio.


Allí pude darme una buena ducha, curarme todo la bien que pude las ampollas y llenarme la barriga.
Además de poder tomarme una última cerveza en la terraza del bar de enfrente con esta vista tan bonita de la ciudad.


Y es que todo sacrificio tiene su recompensa. 😅

Etapa siguiente...

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