Dificultad: PD
Altitud mínima: 2.510 m
Altitud máxima: 3.242 m
Horario: 6h 30'
Este sábado nos fuimos una vez más (y que sean muchas) a La Sierra el amigo Yiye y yo. En esta ocasión no nos acompañó Kike porque se fue a hacer los 101 de Ronda en bici. Total diez horas y media haciendo MTB, mariconás de las suyas ;-)
Nosotros, que somos unos tíos duros (no como él) decidimos ir a hacer algo a modo de entrenamiento en altura de cara a nuestro objetivo de este verano, así que cargamos las mochilas muy bien, rondando los 18-20 Kg y nos fuimos hacia las posiciones sin un objetivo claro, todo dependía de las condiciones que nos encontráramos.
Las cotas bajas están tan pelaítas de nieve que pudimos llegar hasta el comienzo del Veredón con las zapatillas, pisando algo de nieve en contadas ocasiones.
A medida que vamos subiendo no puedo dejar de mirar a mi derecha, donde tenemos una asignatura pendiente desde hace tres semanas...
Desde las posiciones se puede ver la cantidad de nieve que hay en los corrales, y aunque el corredor del Veleta tiene huella hecha, lo tarde que hemos empezado y la nieve primavera que nos vamos a encontrar en esa ruta a esta hora hace que nos planteemos otra cosa. ¿no queríamos entrenamiento en altura? pues vamos a hacer la arista de los Tajos de la Virgen, que nunca la he hecho y así no llego muy tarde a casa y la jefa se pondrá más contenta.
Así que ala, otro poquito de crema solar y pista pa'lante hacia la Carihuela.
Al llegar al collado de la Carihuela le damos un rodeo al Puntal de Loma Pua para coger directamente la arista.
Aunque a simple vista no parece que presenta mayores complicaciones que ir andando...
...cualquiera que haya pasado por allí sabe que hay algunos pasitos curiosos con algo de patio que hacen necesario ir con los cinco sentidos puestos en lo que haces. Bueno, igual el sentido del gusto no influye mucho, pero hay que ir al loro.
Una vez salidos de este tramo de roca hay una aristilla de nieve que en este caso no presentaba cornisas pero que en pleno invierno suele tenerlas.
Y tras esto otro resalte rocoso que el bueno de Yiye supera con elegancia.
Y eso que esas polainas del "Decartón" no son precisamente de lo más elegante.
Una mirada hacia delante nos muestra la cumbre principal de los Tajos de la Virgen...
... aunque antes hay que bajar al collado que nos separa de ella.
Y empezar a subir otra vez por la nieve...
... hacia los pasos de roca.
Todo para darnos cuenta que nos habíamos pasado media hora del tiempo que nos habíamos propuesto para estar de vuelta a una hora decente. Así que rápidamente unas fotillos...
... y sin para siquiera a comer algo nos dimos la vuelta.
Volviendo a pasar por los sitios que tanto nos gustaron a la ida.
La verdad es que nos debimos de dar prisa porque tardamos en desandar la arista 45' cuando para la ida echamos prácticamente el doble.
Llegados a la zona del la Carihuela era el momento de tomarse una barrita energética, volver a echarse cremita pal sol y cambiar el casco por el (mucho más importante) Gorro de Dominguero.
¿Que sería de mi sin él?
La verdad que pasamos un día muy guapo, con un solazo de justicia pero que el viento que hacía se encargó de suavizar.
Y encima llegué a casa para darle la papilla de frutas a mi niña. ¿Que más se puede pedir?
