martes, 25 de octubre de 2016

Vía Alpina. Ruta verde. Mi tercera etapa. De Linthal a Altdorf.


Distancia: 42,56 Km
Tiempo: 10 h 24'
Altitud máxima: 1.950 m
Altitud mínima: 480 m
Desnivel positivo acumulado: 1.759 m
Desnivel negativo acumulado: 1.941 m
Dificultad técnica: Moderada
Track: Wikiloc


Tras un día de parada obligatoria para secar ropa, curar las heridas de los pies y comprar un móvil nuevo, además de cambiar zapatillas por botas y coger la cámara de fotos, me puse de nuevo en marcha con algunas agujetas en las piernas, pero con unas ganas locas de volver a adentrarme en los bosques, valles y montañas que atraviesa este magnífico sendero.

La predicción del tiempo daba sol para los próximos dos días y así lo pude comprobar nada más empezar a caminar desde la estación de tren de Linthal.


Si, si, lo sé. Si supiera usar el photoshop habría quitado la farola.

Lo primero a lo que me tengo que enfrentar esta mañana es a la subida a Braunwald,  que en apenas 3 kilómetros asciende casi 1.000 metros para situarme en uno de esos bellísimos pueblos alpinos en los que solo se permite la circulación de vehículos eléctricos o de tracción animal. Y como el camino está tan bien cuidado...


... las vistas son tan bonitas...


... y yo estaba tan ansioso y feliz por volver a caminar, me zampé la subida en 1 hora y 5 minutos. Perfecto para poner las piernas a tono el resto del día.


Cruzo Braunwald por un camino muy cómodo y protegido del sol por un bosque de arces y pinos.


Y al salir me encuentro de frente con esta imagen.


Es el Schön Büel de 2.077m, quien me impresiona de esa manera con su cumbre entre nubes y la cascada que embellece más aún si cabe su vertiente este.

Por suerte puedo disfrutar de estas vistas un buen rato, pues el camino me lleva directo hacia ella. Pero justo cuando parece que voy a llegar a donde cae el agua, el sendero gira hacia la izquierda para rodear la montaña por el sur.


El camino es llano, sencillo y bien cuidado. Hasta el punto de que en algún tramo no parece ni real. Como sacado de un cuadro.


Y al poco puedo ver el valle al que tengo que bajar, donde se sitúa la localidad de Spiringen y que da acceso al Klausenpass. Puerto de montaña muy frecuentado por ciclistas.


Pero para llegar antes tengo que atravesar un tupido bosque...


... al que agradezco enormemente la sombra que me regaló. Aunque algún árbol poca sombra daba ya.


Nada más salir del bosque puedo ver a lo lejos el puerto que tengo que sobrepasar para acceder al valle donde se sitúa la ciudad de Altdorf. Está allí al fondo, junto a los pinos de la izquierda.


Y a mi derecha voy dejando los contrafuertes rocosos de la vertiente sur de Ortstock, de 2.717 m.


Voy avanzando muy deprisa por una pista forestal cómoda y en continuo descenso.


Hasta llegar al valle donde cruzo la carretera y me paso al lado izquierdo junto a un río de aguas heladas donde algunos valientes se atrevían incluso a bañarse.


Yo paré a comer un poco de pan de higo y metí los pies en el agua el rato justo para darme cuenta de que no me apetecía un bañarme ahora.


Pocos minutos después llegué a Spiringen. Un pequeño y bonito pueblo donde se puede comer y dormir.


A partir de aquí me esperaba una relativamente corta pero dura subida al Klausenpass, donde el implacable sol de mediodía me iba a hacer sudar la gota gorda.


Menos mal que a veces pillaba algo de sombra...


... y que el paisaje que me rodeaba era majestuoso.


La parte alta del paso está pelada de árboles y aunque hay alguna que otra nube, me estoy ganando y bien una cerveza bien fresquita. O eso quiero creer, hasta que veo a un señor mayor subiendo con la mochila, pantalón largo y softschell. Ese si que iría sudando un poquito.


En lo más alto del recorrido hay dos bares y una tienda de souvenirs. Hasta la bola de ciclistas y turistas que venían en coches e incluso autobuses (no sabía que era tan popular este puerto). Así que paré lo justo para tomarme una cerveza y rellenar el Kamelback de agua. Hay que ver que rápido se acostumbra uno al silencio y a la soledad.

A los 15 minutos ya estaba de nuevo en marcha.


Y aunque de vez en cuando el cielo se cerraba con nubes grises que me hacían temer lo peor...


... tengo que decir que estaba disfrutando de un magnífico día y que lo que me quedaba por delante eran unos 20 Km, casi todo de bajada, por un camino con unas vistas fantásticas.



Por el que sólo de vez en cuando me iba a acercar a alguna granja...


... hasta llegar a la localidad de Spiringen


Un poco más adelante se cruza el río Schächen. 


Al que acompañaré durante unos 4 Km.


Para más tarde alcanzar Altdorf a través de un sendero muy cómodo y agradable que discurre justo por la linde del bosque.


Y que sólo abandonaré al llegar al pueblo al que se entra por el Kapellenweg o Ruta de las Capillas. Un bonito sendero que como su nombre indica está salpicado de pequeñas capillas.


Para terminar el día me metí en el primer hostal que encontré, me pegué una buena ducha, me zampé un entrecot que no se lo salta un galgo y me tumbé a ver la tele hasta que me quedé dormido como lo que soy. Un angelito.... digo una marmota :-P