jueves, 29 de mayo de 2014

MTB por los bosques de Konstanz. Ruta 1


Distancia: 52 Km
Tiempo: 3 h 57'
Altitud máxima: 627 m
Altitud mínima: 401 m
Desnivel positivo acumulado: 679 m
Dificultad técnica: Moderada
Track: Wikiloc

Creo que ya iba tocando hacer una ruta medianamente larga con la bici por monte, puesto que hasta ahora todas habían sido por carretera o por pistas pavimentadas en su mayor parte, así que aprovechando la enorme masa forestal que hay por esta zona, decidí perderme un poco entre sus árboles a ver como se portaban mis piernas (y mi culo) en un terreno menos liso.

Como aquí sale el sol bien temprano, sobre las 5:30, para las 6:00 ya estaba terminándome el café con todo listo para salir con la bici.


Nada más salir de casa busco una senda que me saque de la ciudad. Voy con muchas ganas y con las piernas a tope, claro que acabo de empezar, y hago las fotos sin siquiera bajarme de la bici, por eso me salen movidas, claro.


No tengo ni idea de a donde me llevará, pero al poco salgo a una explanada y veo al fondo y a la derecha los edificios de la Universidad. Ok, ya me sitúo.


Como hay mil caminos que se cruzan, intento ir todo lo que puedo en dirección NW, intentando no acercarme demasiado a las orillas del lago, buscando siempre caminos que no sean muy técnicos.


Y aunque en alguna ocasión me da la sensación de estar metiéndome en la boca del lobo...


... por suerte acababo saliendo siempre a terreno sencillo.


Algunas veces atravesaba zonas muy sombrías, con el bosque cerrándose sobre mi. Eso me gustaba mucho.


Hasta que subitamente cualquier agujero entre los árboles me devolvía a los espacios abiertos...


... desde donde podía disfrutar de un campo de visión más amplio, que me ayudaba a situarme un poco. Ok, allí está Überlingen.


Pero luego me volvía a meter entre los árboles de nuevo. ¡ Como estaba disfrutando !


Al pasar por la localidad de Wallhausen me encontré a una vieja amiga de la que guardo muy buenos recuerdos de 3 semanas de primavera por la Costa Cantábrica junto a mi mujer. Bueno, entonces solo éramos novios.


Pero en esta ruta poco asfalto se pisa y rápidamente vuelvo a las veredas y los carriles.


Una de las sorpresas que me llevé fue que en una ocasión, el bosque se abrió de repente y me encontré en medio de un campo de golf, con un montón de gente muy elegante que miraban como un despistado lleno de barro, buscaba una salida por algún lado para su bici llena de barro. Me sentí muy poco glamuroso, la verdad, pero intenté parecer muy seguro de lo que hacía, como si pasara por allí todos los fines de semana.


Al llegar a la población de Liggeringen decidí que ya era hora de volverse. Solo llevaba 27 Km, pero estaba comprobando como el monte es muuuuucho más duro que el asfalto. Sobre todo lo notaba cuando llegaba a alguna zona pavimentada y de pronto parecía que la bici volara.


La vuelta fue por un terreno mucho más sencillo, con muchas zonas abiertas...




... o de pistas anchas y planas.



Donde no dejé de disfrutar ni un solo momento y donde no me crucé con nadie y el único sonido que me acompañó todo el camino fue el de las aves del bosque. 
Aconsejo poner el volumen del video bien alto.


Durante la vuelta pasé junto a un pequeño estanque de agua donde me paré un momento a comer una barrita y a beber un poco y aproveché para sacar alguna foto más.



Pero me volví a poner en camino sin mucha demora. Estaba pasándolo en grande.


Solo había árboles por todas partes.


Más tarde tuve que hacer otra paradita, esta un poco más ¨técnica", para dejar salir el exceso de líquido que había ido consumiendo, y aproveché la ocasión para sacarle una foto a mi compañera de fatigas...


... con su sistema de subvención para el GPS de última generación.


Tuve la gran suerte de que antes de acabar la ruta pasé por una zona que estaba bastante embarrada y me puse bonito. Eso sobre asfalto no suele pasar.


La verdad es que ha sido una experiencia muy divertida. A mi parecer mucho más que el asfalto. Estoy deseando repetir.

jueves, 1 de mayo de 2014

Untersee Radtour


Distancia: 83 Km
Tiempo: 4 h 33'
Altitud máxima: 452 m
Altitud mínima: 390 m
Desnivel positivo acumulado: 356 m
Dificultad técnica: Fácil
Track: Wikiloc

Aprovechando que tengo unos días libres por Semana Santa y que el viernes no daban lluvia decidí escaparme por la mañana para hacer otro tramo del recorrido que le da la vuelta al Bodensee, como hace unos meses hice el tramo del Überlingen see, esta vez me tocaba el tramo del Untersee, dejando así el tramo mayor para cuando esté un poco más entrenado, porque son algo así como 140 Km.

La ruta en cuestión, me refiero al Bodensee Radweg, pasa justo por delante de la puerta de mi casa, con lo que no hay posibilidad de perderse, posibilidad que si supe aprovechar 5 kilómetros más tarde cuando al atravesar el polígono industrial a las afueras de Konstanz dejé de ver las características señales que informan del recorrido.


Así que como sabía que tenía que pasar por Reichenau me fui por el camino que conduce a la isla en cuestión que va junto a la vía del tren y allí volví a encontrar las indicaciones que buscaba. Muy astuto, ¿verdad? ;-)


Una vez que conseguí volver de nuevo al camino correcto y al abandonar ya la zona más urbana empecé a disfrutar del paisaje.



Y es que el recorrido no tiene ninguna dificultad, ni técnica ni física, ya que es prácticamente llano y te permite ir muy relajado casi todo el rato.


Desde Konstanz hasta Allensbach el camino va relativamente apartado del lago, pero al llegar a esta localidad vuelve a acercarse a la orilla. Al fin y al cabo eso es lo que vas buscando cuando eliges un recorrido que circunda un lago, o eso pienso yo.


Y así iba yo, con mi cara de empanao, dejando atrás el bonito pueblo de Allensbach...


... atravesando grandes campos de esas florecillas amarillas que no se como se llaman...


... rumbo a Radolfzell, donde vuelves a entrar en zona urbana, pero no mucho, solo lo justo para ver a la vecina de turno sacar al niño a pasear.


Porque rápidamente te diriges a un carril junto al lago que es bastante más bonito.



Este carril te lleva a todo lo largo de la localidad de Radolfzell y justo hasta el borde superior del lago...


... tras el que atravesamos una zona pantanosa cubierta de cañaverales en dirección SW hasta el pequeño pueblo de Moos.


Pues por ahí iba yo tan contento, cuando me encontré con los primeros ciclistas en todo el día, y eso que ya llevaba 30 kilómetros y como llevaba la cámara en la mano... pues les hice una foto, que a juzgar por la miradita del hombre no le hizo mucha gracia.


Pero a mi eso me da igual, yo me lo estoy pasando genial.


No hay más que ver el sitio tan bonito por el que estoy pasando.


Ya sean praderas o zonas más arboladas, todas me gustan por igual.


Y cuando se cogen unos metros de altura y el campo visual se abre... 


... bueno, que os voy a contar, que a cada momento encontraba algo me hacía pararme y sacar la cámara del bolsillo.


Como las típicas casitas alpinas del pueblo de Gaienhofen. Un lugar precioso.


Y siempre disfrutando del tiempo tan bueno que me está haciendo. Que me dan ganas hasta de meterme en el lago.


En fin, que todo es muy bonito y que tan pronto estás cruzando un campo de un verde intenso...


... como que el siguiente es de un amarillo más intenso todavía. 


La sorpresa más grande me la llevé cuando llegué a Stein am Rhein y no por lo bonito del pueblo, que lo es, ni por las vistas al cruzar su puente hacia el este, hacia el Bodensee, ni hacia el oeste, hacia el Rhein...


... si no porque pensé que allí me iba a encontrar las famosas cataratas del Rin, las Rheinfall, y resulta que están 23 kilómetros más al este, en la localidad de Neuhausen am Rheinfall. Una muestra más de mi impresionante nivel de cultura general. Que desastre.

Total, que una vez pasé al otro lado del lago, ya completamente en suelo suizo, enfilé mis pasos o más bien mis pedaladas de nuevo hacia este, al contrario que los buenos cowboys, no solo para seguir disfrutando el paseo en bici...


... sino para descubrir que aquí en Suiza también las marujas tienen su Ruta del Colesterol o como seguro que la llamarán por aquí... Der Cholesterinweg :-P


En esas andaba yo, buscando similitudes entre España y Suiza, cuando me di cuenta que llevaba 60 kilómetros sólo con un café en el cuerpo, así que como aún me quedaba un rato decidí pararme en algún sitio bonito a tomar un bocado y un buen trago de Isostar, por supuesto que ese lugar no tardó en aparecer.


Y así recuperé fuerzas para seguir mi camino que me llevaría durante unos cuantos kilómetros junto a la vía del tren...


... atravesando los pueblos de Mammern...


... y Berlingen...


... siempre muy cerquita de un inmenso Bodensee que aún no me ha dado la opción de echar de menos el mar Mediterraneo.


Y dejando en mi retina las imágenes de algunos rincones realmente sorprendentes.


Hasta llegar de nuevo a la ciudad de Konstanz.


Y a su Bosque de Loretto que tanto me gusta atravesar para llegar a casa.