viernes, 22 de julio de 2011

Oeste al Pequeño Galayo + Gran Diedro al Gran Galayo (D sup. Vº)


OESTE AL PEQUEÑO GALAYO

Longitud: 140 m.

Dificultad: D sup. Vº


GRAN DIEDRO AL GRAN GALAYO

Longitud: 100 m.

Dificultad: AD inf. IV+

Esto es algo así como la travesía de Los Galayos o ese es el nombre que se le ocurrió a Jero.

Todo comienza con un largo tranquilito con el inconveniente de que hay algunos bloques muy grandes que suenan a hueco y dan algo de cage, pero yendo con cuidado y mirando bien de donde se tira y donde se pone uno de pie no tiene que haber ningún problema.


Este largo de más de 30m en el que Jero puso 4 o 5 seguros se termina montando una cómoda reunión justo debajo de la fisura más marcada que tiene toda ruta y que en los croquis que he buscado en Internet le dan desde IV+ a V+, para mi que V+ no es ni de coña, pero si que me pareció más dura de IV+, por lo que yo le doy un Vº y va que arde.
El caso es que tuve la suerte de que este largo me tocara a mi y la verdad es que lo disfruté como un loco porque la primera mitad es muy mantenida y luego, la segunda mitad se mete dentro de una chimenea que aunque es más incomoda pues también tiene su encanto. Escalando como los antiguos, ¿no?
Mientras tanto ya vamos cogiendo un poco de altura, no hay más que ver lo lejos que queda ya el refu detrás de Alfonso, que al pobre no se le ve muy bien porque me salió la foto con contraluz. Seguro que me lo perdona.


El tercer y cuarto largo se lo repartieron entre Alfonso y Jero respectivamente, también salieron tiradas de más de 30m y para las reuniones es fácil encontrar sitios cómodos. El grado en estas tiradas es de IV, pero aunque la dificultad disminuye, al disfrute no le pasa lo mismo.


Una vez arriba, a disfrutar de las vistas que son geniales. Justo a nuestra espalda vemos a dos que acaban de llegar a la cima del Torreón.

Para bajarse de esta cima hay dos opciones. Una es no terminar el último largo y salir por una escapada hacia la derecha, que está indicado con unos hitos y la otra es rapelar desde unos cordinos que hay anudados a unos clavos viejos. Yo, como soy un cobarde, convencí a mis compañeros de que laceáramos un gran bloque con las cuerdas para rapelar y al final eso fue lo que hicimos.

Como ya nos pegaba el sol bien decidimos parar a comer y beber algo entre los dos Galayos en una sombrita que encontramos y que nos dio la vida y además teníamos unas vistas increíbles del Torreón y de la punta Tonino Re.

Lo siguiente que nos esperaba era el Gran Diedro al Gran Galayo, y nos fuimos a por el por un trepadero de IIIº que nos dejó justo a sus pies.

Esta es una escalada que se disfruta un montón, la dificultad es baja y las posibilidades de asegurarse son todas las del mundo, pero con todo y con eso a mi me requiere toda la concentración.


Esta es una de esas rutas en las que aún encuentras material de la época en que la abrieron, que difiere mucho de los modernos friends y fisureros con que nos aseguramos hoy en día, eran gente valiente que se sentían seguros metiendo una cuña de madera entre la roca y pasando la cuerda por una anilla de alambre. Sin lugar a dudas estaban hechos de otra pasta...

Aunque es posible hacer el diedro de una sola tirada gracias a que llevamos cuerdas de 60m, hemos decidido partir el largo en dos, sería muy egoísta comerme esta escalada yo solito y no compartirla con mis compañeros y como Alfonso la escaló hace poco más de un mes, pues monto una reunión intermedia, no muy cómoda, para que Jero pueda disfrutar de su parte.


Y ahí va el tío a por su ratito de gloria.

El largo que nos dejará en la cima es cosa de Alfonso, que se lo hace sin problemas, poniéndole la guinda a un gran día de escalada.


Una vez arriba y aunque los gatos ya me machacan los pies, echo un vistazo alrededor y me siento tan bien como estos dos.


Que tíos más grandes sois, coño. Que suerte haber compartido con vosotros estos días.

miércoles, 20 de julio de 2011

Sur Directa al Torreón de Galayos (D sup. Vº)


SUR DIRECTA AL TORREÓN

Longitud: 120m

Dificultad: D sup

Acabamos de rapelar de la cima del Torreón a la plataforma de las flores pero tenemos ganas de más. Alfonso conoce algo de la cara sur, los dos últimos largos, dice que son mas fáciles que lo que acabamos de hacer y muy bonitos. Con esa idea nos vamos al rapel que nos deja en la canal sur y nos dirigimos a pié de vía.

El primer largo son 35m de IV+ de los que Jero se encarga sin problemas.


Mientras Alfonso lo asegura "mu agustino"


El siguiente largo fueron unos 45m algo más fáciles pero no muy bonitos, la pared está llena de líquenes y obliga a buscar un recorrido limpio hacia la derecha y luego volver a la izquierda para ponerse debajo del diedro final.

El último largo se puede partir en dos haciendo una reunión intermedia sobre una pequeña repisa en la que hay dos clavos del año de la tos.

La verdad es que no empecé la escalada con muchas ganas, llevábamos muchas horas seguidas escalando y el desgaste físico y psicológico era grande, o dicho de otra manera, que ya tenía más ganas de estar en el refugio con una cervecita fresca en la mano que de otra cosa. Pero en cuanto me puse a trepar, empecé a disfrutar otra vez y la verdad es que aunque me costó bastante porque ya estaba cansaíco ese va a ser uno de los largos que creo que no voy a olvidar nunca.


Así que ya estábamos otra vez en la cima del Torreón.


Dispuestos otra vez para un rapel de 60 m que corta el aliento y ahora si, irnos al refugio a celebrar el día.

lunes, 18 de julio de 2011

Murma + Malagón al Torreón de Galayos (MD sup. V+)

MURMA

Longitud: 80 m
Dificultad: MD sup. Obl: V+


DIEDRO MALAGÓN

Longitud: 5o m
Dificultad: MD sup. Obl: V+

Más de un mes hace que escalé por última vez y tengo unas ganas locas, pero como por unos motivos o por otros no puedo, pues casi que prefiero ni enterarme de los planes de los demás hasta que como el que no quiere la cosa llamo a Alfonso para ver como le va la vida.
- No sé si contartelo.- Me dice, - Jero y yo nos vamos el jueves para Galayos...
-No me digas más, voy a hablar con Natalia y te cuento.
Como con Natalia no hubo ningún problema el jueves por la tarde llegamos los tres a Guisando con las mochilas y las ganas llenas hasta el tope.

Tras pasar una nochecita nada más que regular, con un tío al lado que roncaba como una hormigonera (Jero, que estaba a su lado, dice que las tablas del suelo vibraban) nos preparamos para saldar una deuda pendiente que tenía Alfonso. Subir al torreón por el diedro Malagón, accediendo a través del Zócalo por la fisura Murma.

Como es mi primera escalada clásica estoy nervioso y asustado, así que para quitarme esta sensación que no me gusta, les pido que me dejen empezar a mi.
Me ato, cuelgo de mi arnés un montón de material que nunca he utilizado, me ato las cuerdas y me calzo los gatos. Allá voy.
Me encuentro con un muro muy facil de escalar y de protejer por el que llego hasta el principio de la fisura, y monto reunión en un sitio bastante cómodo.

El miedo y el nerviosismo han dado paso a unas sensaciones bastante más agradables.
El largo que le toca a Jero se ve más duro, una fisura larga y vertical con un tramo que desploma.

Pero como el tío es de todo menos cobarde se pone manos a la obra...

...y se saca un largo guapísimo de V+ para desayunar.

Que tío, como se lo ha currado, no me estraña que se le haya quedado esta carita. Nos lo estámos pasando en grande.

Unos 15 metros a través de de unas fisuras más faciles nos dejan en la Plataforma de las Flores, desde la que vemos con claridad el dichoso diedro que trae a Alfonso de cabeza. Una fisura de unos 40 m con algo parecido a un bloque empotrado en medio que promete no poner las cosas fáciles.

Decide hacer primero un largo corto y sin mucha dificultad que nos deja justo debajo de lo que parece el bloque empotrado...
... y comienza el baile.

Mientras se pelea con el bloque, Jero y yo no podemos dejar de alucinar con lo que está haciendo Alfonso


Hasta que desaparece por detrás y al poco empezamos a oír gritos de alegría y la cara de Alfonso asoma sonriente.
Que guay!!! Su alegría se nos contagia. No podemos dejar de alucinar con la escalada que estamos haciendo.
Cuando llega mi turno me doy cuenta de lo que hay que apretar para salvar el bloque.
Pero pasito a pasito la pared se va dejando escalar...
...hasta llegar a una zona más fácil que me lleva donde están mis amigos.


...osea, a la cima del Torreón.

Que es mucho más pequeña de lo que me podía imaginar.

La primera vez que te subes a la cima del Torreón es un subidón y en ese momento me acordé de Natalia y de Naila y se lo quise dedicar. Va por mis dos chicas.


Que manera más alucinante de estrenarse en esto de la escalada clásica, y eso que solo era medio día, aún nos esperaba esa tarde la sur directa a esta misma cima.