domingo, 6 de diciembre de 2015

Brienzersse y Thunersee Radtour.


Distancia: 97,16 Km
Tiempo: 7h 8'
Altitud máxima: 736 m
Altitud mínima: 558 m
Desnivel positivo acumulado: 747 m
Dificultad técnica: Fácil
Track: Wikiloc

Para darles un poco de descanso a mis pies y dejar que se le fueran curando las ampollas que me salieron durante la ascensión al Harder Kulm decidí darme una vuelta en la bici y teniendo estos dos lagos tan bonitos justo al lado pensé que no sería una mala idea darles la vuelta y así conocer los pueblos que los rodean.

Así que al poco de asomar el sol por la linea del horizonte ya estaba yo dando pedales mientras contemplaba las tranquilas aguas del lago de Brienz.


A escasos 5 Km y tras haber dejado ya atras la localidad de Niederried me meto por las calles de Oberried...


... un precioso pueblecito justo a la orilla del lago...


... desde donde se puede ver a lo lejos la pequeña ciudad de Brienz y el final del lago.


Ya llegando a Brienz no puedo dejar de sorprenderme de la tranquilidad que se respira por aquí. Yo pensé que una zona tan conocida como Interlaken iba a estar a reventar en pleno agosto, pero por aquí  no parece que halla mucho jaleo.


De hecho, lo único que se escucha es a una pareja de cisnes dando su paseo matutino.


Ni si quiera en las calles del pueblo se ve un alma.


Dejando atrás Brienz se llega al límite oeste del lago donde se pasa uno a la orilla sur y donde, a partir del 17 Km aproximadamente, empieza una fuerte subida por una zona muy arbolada pero de buena carretera...


... que asciende hasta las Giessfachfälle.


Una preciosa cascada situada justo en frente del Grandhotel Giessfach.


No tiene mala pinta el sitio para pasar un fin de semana, eh Natalia?

A partir de ahí, sube y baja por pista forestal entre hayas...


... siguiendo siempre la ruta Nº 9.


De pronto aparece entre los árboles algo que no me esperaba encontrar. En mitad del lago hay una isla con un castillo y unas casas que parecen que estén construidas directamente sobre el agua.


Tirando un poco de zoom se ve que no es una isla si no una península. 


Y también se ven dos canoas - me acordé de mi tocayo Fran de Cadiz - que se dirijen, ahora si, a una pequeña islita llamada Schnäggeninseli.


El pueblecillo en cuestión se llama Iseltwald y seguro que bien merece una visita, pero no será en esta ocasión, que aún me quedan muchos kilometros por delante y a buen seguro, un montón de cosas por ver. Como esta (y no es coña) parada de autobus. Jööööö


Un poco más adelante, en torno al 27 Km, hice mi primera parada. Un buen sitio, con banco incluido, donde tomarme una barrita energética y un gel, beber 1/2 litro agua con isostar...  


... y disfrutar de las vistas del lago en dirección a Interlaken...


... y a la arista Brienzergrat.


Hoy estoy disfrutando de lo lindo, la ruta es bien bonita y variada, nada dura y encima las ampollas no me han molestado en ningún momento. Así que antes de que me de cuenta estoy entrando otra vez en Interlaken, completando de ese modo la vuelta al primero de los dos lagos.


Interlaken es un pequeño y precioso pueblo de montaña lleno de hoteles y tiendas. Es normal, el turismo aquí es bestial.



Atravesado por el Aare, un rio de aguas turquesas que une los dos lagos.


Para salir de aquí hay que rodar durante unos pocos kilómetros por un carril bici justo al lado de la autovía. Este fue el único tramo que no me gusto, es evidente por qué. Pero dura poco y en seguida me volví a encontrar de frente con la inmensidad del segundo lago que me esperaba, el Thunersee.


Uff, ya llevo algo más de 40 kilómetros y según mis calculos me quedan casi 60 más. Espero no haberme pasado de ambicioso.

Si miro a mi derecha se ve el final de la Brienzergrat, donde se halla el Harder Kulm, donde subí ayer.


Y al frente... uy, madre mía, por allí debería estar la ciudad de Thun, justo en el extremo oeste del lago, pero no se ve nada. Bueno, lo mejor será seguir dando pedales y disfrutar del día. Estoy de vacaciones y nadie me espera, así que si llego de noche al camping tampoco va a pasar nada.


Al poco rato, cuando miro a la derecha ya no veo la Brienzergrat, sino el Niederhorn, que con sus 1.963 m es el primer pico de la Güggisgrates que justo con la Sigriswilergrat (a su izquierda) encajonan el Justistal, estrecho y precioso valle, famoso por su festival de quesos que tiene lugar en septiembre.


Al los 51 Km entro en un pequeño pueblo llamado Faulensee y como en alemán faulenzen significa holgazanear pues decido hacer como que he leido mal el nombre del lugar y aparco la bici para holgazanear un rato.

Aquí mi bici...


... y aquí el holgazán.


Y estas son las barritas energéticas y el isostar que me tomé...


... mientras disfrutaba de estas vistas.


Cuando di buena cuenta de la tarta y del café decidí que ya estaba bien de "sufrir" y me puse de nuevo en marcha.

En ese punto precisamente se separa el camino del lago...



... y ascendiendo algo más de cien metros, 


me llevó hasta unos pueblecitos de montaña típicamente alpinos.



Pasado este pueblo me metí en un bosque tan espeso que perdí la referncia del lago y lo único que veía con claridad en el GPS es que cada vez me estaba alejando más de este. Me empecé a preocupar  tras cruzar el rio Kander...


... porque se supone que a partir de este punto tenía que empezar a dirigirme hacia el norte y sin embargo seguía en dirección oeste. Genial Fran, otra vez te has pedido. Estoy hecho un máquina.

Un sitio perfecto para perderse. Bosque cerrado en todas direcciones y un montón de cruces de carriles sin señalizar. Menos mal que el lugar es bien bonito, con todos esos árboles y esos riachuelos.



Perfecto para realizar una "pequeña parada técnica".


Al poco conseguí salir del bosque y me metí de golpe en el centro de la ciudad de Thun, que al principio me pareció bastante fea pero que luego me di cuenta de que para nada, es una ciudad de lo más bonita que se ve también atravesada por el rio Aare.


Cruzado por unos bonitos puentes de madera siempre todo adornado con infinidad de flores de colores.


Una vez que me pasé al otro lado del lago, pude contemplar algunas de las impresionantes mansiones situadas justo a la orilla del agua.



Por aquí está todo urbanizado, por lo menos hasta que no sales del Oberhofer, pero por suerte no en plan la Costa del Sol, sino con un poquito más de gusto.


Y a partir de ese punto, casi todo es como ir por un paseo marítimo junto al lago, muy bonito y tranquilo y con muchos sitios adaptados para poder bajarte al lago y darte un baño.


Durante gran parte del camino me va acompañando la "casi perfecta" piramide que forma el Niessen.


Que con un poco de nieve y un bastante de buena técnica y gusto a la hora de hacer una foto puede lucir así de espectacular.


Está claro que el arte de la fotografía.... taaaaammmpoco es lo mio. :(

En fin, sigo pedaleando y haciendo mis propias fotos, y con un poco de zoom, a lo lejos, se distinguen picos tan bonitos como estos.


Ya empiezo a estar un poco cansaillo y aprovecho para hacer mi última parada justo antes de las últimas subidas. Junto a un pequeño puertecito con algunos veleros. 


Ya después de comer y beber otro poco enfilo los últimos 25 km de ruta empezando con una fuerte subida que me deja medio listo de papeles pero que me regala esta espectacular vista del lago.


Ya desde aquí puedo volver a ver Interlaken al fondo y casi todo lo que me queda es bajada. Asi que a disfrutar.

Ya por fin, entrando de nuevo en Interlaken puedo ver aparecer entre las nubes la cima del Eiger. Que maravilla. Ojalá algún dia pueda estár allí arriba.



Y un poquito más adelante puedo ver tambien el Mönch.


Al final le di la vuelta a los dos lagos en 7 horas. Llegando con tiempo de sobra para pegarme un baño en el lago, cenar y disfrutar del atardecer en este sitio tan increíble en el que tenía aparcada la caravana. Un gustazo que estoy desando repetir.