viernes, 16 de agosto de 2013

Vereda de la Estrella y Refugios de La Cucaracha y El Aceral.


Distancia: 22,40 Km
Tiempo: 5 h 58'
Altitud máxima: 1.811 m
Altitud mínima: 1.138 m
Desnivel acumulado: 1.006 m
Dificultad técnica: Fácil

¿Quien no ha hecho aún esta ruta, clásica entre las clásicas de Sierra Nevada? ¿ A que esperas?

Ya son taytantas las veces que he tenido la suerte de poder realizarla y aunque el verano es sin duda la temporada en la que menos bonita está, no dudé ni un momento en enseñársela a Yiye cuando me propuso salir al monte, aunque fuera solo a caminar.

Tras un par de horas de coche y un buen desayuno a base de bocata de tomate y jamón y un cafe XL aparcábamos al principio del barranco de San Juan y comenzábamos a caminar.


El primer kilómetro es para poner las piernas a tono, no es que sea un cortafuegos pero tiene su cosa, aunque Yiye va con muchas ganas y marca un ritmo "alegre" y encima sin parar de contar cosas. Está fuerte el muchacho.

A los 20 minutos le hacemos la primera visita del día al abuelo, un castaño que ya respiraba cuando Cristobal Colón se daba sus paseitos en barco por el Atlántico.




En esta foto que he encontrado en internet se aprecian mejor sus dimensiones.


Después de esto la vereda recorre una zona en la que abundan las umbrías, un regalo que más tarde echaríamos de menos.


Casi cuando llevamos 4 kilómetros recorridos, tomamos una bifurcación a la izquierda que nos hace descender hasta el río Genil para cruzarlo y empezar la subida por la llamada Cuesta de los Presidiarios.


Que afortunadamente está bastante sombreada por un pinar.


Porque el calor que hace empieza a ser más serio.


Al terminar la subida, unas maravillosas vistas se abren ante nosotros y podemos ver como en los Corrales del Veleta quedan aún grandes neveros y que incluso su Corredor Norte sigue formado, increíble a estas alturas de verano.


Un poco más adelante, la trilogía que forman La Alcazaba, El Mulhacén y El Puntal de la Caldera nos regalan esta magnífica panorámica.


Al llegar al refugio de La Cucaracha paramos un poco a beber algo y a compartir una manzana, más que nada para disfrutar del paisaje.


Pero inmediatamente seguimos el camino que nos llevará en unos pocos minutos al Refugio del Aceral.


Durante esta parte del recorrido, entre el calor que hace y que el aire no se mueve vamos sudando la gota gorda. Menos mal que cruzamos un pequeño arrollo que nos sirvió para refrescarnos un poco y en el que yo aproveché para perder mis gafas de sol. Un regalito de mi parte para el próximo que pase por allí.


Ya llevamos hecho lo más duro de este recorrido y da la sensación de que Los Reyes de Sierra Nevada, como conocemos por aquí a La Alcazaba y Al Mulhacén están ahí al lado, pero no hay que dejarse engañar por las apariencias.


Al volver a bajar al río y al disponernos a cruzarlo, descubrimos que las riadas de este invierno se han llevado por delante el puente que lo cruza por lo que, sagazmente, llegamos a la conclusión de que lo mejor será descalzarse y cruzarlo como toda la vida.


Eso si, ante la atenta supervisión del Grupo de Rescate en Aguas Bravas de la Cabecera del Genil.


Que tras comprovar nuestro buen hacer en estas lides se quedaron muy tranquilos y relajados y decidieron darse un descanso de tan ardua tarea.


Nosotros, tras devorar nuestras barritas energéticas de lomo, queso y tomate mientras refrescábamos nuestros maltratados pies en estas frías aguas emprendimos el regreso valle abajo, siguiendo el margen izquierdo del Genil.


Sin perder la oportunidad de refrescarnos cada vez que un curso de agua nos daba la oportunidad.



Y marcando un buen ritmo de regreso huyendo de este sofocante calor, íbamos cada uno en sus cosas, a ratos sumergidos en nuestros pensamientos...


... a ratos intentando captar detalles con fotos de esas que mi mujer llama para cachondearse de mi "mis fotos artísticas".


Dentro de un par de semanas me marcho a vivir a Konstanz, lo más cerquita que he conseguido de Los Alpes y quien sabe si no será esta la última vez que vuelva a ver a estos dos que tantos y tan buenos momentos me han hecho pasar...


De lo que si que estoy seguro es de que a este no lo perderé de vista, porque amigos como él no son fáciles de encontrar.

Nos vemos pronto Yiye, no lo dudes.

2 comentarios:

  1. Espero que solo sea una despedida temporal de tu Sierra. Buen recorrido, compañero. A ver si alguien encuentra las gafas y te deja un comentario.
    Por cierto, ya me mandarás el enlace del herbolario donde compras las barritas energéticas esas.
    Un saludo tocayo, y espero que puedas continuar con esta labor... aunque sea en suizo.

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  2. Hola Fran, mira, parece que al final va a haber otra "penultima" salida para un hasta luego con mis buenos amigos de la Sociedad Excursionista de Malaga.
    De todas formas seguro que seguiremos en contacto por estos medios, de hecho he añadido vuestro blog a mis favoritos.
    Un abrazo y hasta pronto.

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