lunes, 22 de octubre de 2012

Senderismo familiar en La Tahá.


Ahora que los calores del verano van remitiendo y que Naila ya tiene 10 meses, Natalia y yo hemos pensado que es un buen momento para que se empiece a unir a nosotros en nuestros paseos por la montaña por lo que tras darle muchas vueltas y compararlas miles de veces nos hemos decidido a comprarle una mochila portabebes. Y para estrenarla nos hemos ido a Pitres, donde hay varias rutillas cortas pero bonitas para irla acostumbrando poco a poco.

PITRES - ATALBEITAR   ( E4, GR7)

El primer recorrido que elegimos es el que enlaza Pitres con Atalbeitar por el E4 o GR7 y aunque el principio del camino está más bien seco, nosotros vamos más pendientes de Naila que de otra cosa...


... y ella más pendiente de su osito que de nosotros.


Luego los castaños empiezan a rodearnos.


Hay algún sitio donde el mal estado del camino puede hacernos dar un resbalón.


E incluso hay que cruzar el arroyo en una ocasión, un arroyo muy rico en hierro que le da a su agua ese color tan rojizo.


El resto de la vereda está en muy buen estado y se sigue sin problemas.


Parece que todos lo estamos pasando bien... genial, porque esa era la idea.



La vereda que venimos siguiendo llega hasta la carretera un par de kilómetros antes de Atalbeitar, donde para nosotros perdía el interés ya que el objetivo era que Naila tuviera una toma de contacto con su nuevo "medio de transporte", nada más, así que nos dimos la vuelta y volvimos hacia Pitres.

Esta es una ruta muy cortita y fácil para hacer con niños puesto que en otoño lo se pueden entretener cogiendo nueces o castañas de las que hay en abundancia, e incluso cruzar un río saltando de piedra en piedra.


SENDERO LOCAL PITRES-FERREIROLA

Al día siguiente se levantó lloviendo, pero como por la tarde daban bueno y de hecho la medio día dejó de llover, decidimos hacer el sendero que une Pitres con Ferreirola, que es un poquito más largo y con algo más de desnivel.
Salimos de Pitres por la calle que baja junto a la ferretería que hay a la entrada del pueblo.


Nada más echar a andar ya no sabemos si vamos mejor en manga corta o en manga larga.


En algunos lugares las zarzas crecen hasta cubrir parcialmente el camino que recorremos por lo que tenemos que ir con mil ojos, no sea que Naila se haga daño.


La ruta es muy evidente y fácil de seguir, aún así de vez en cuando te encuentras estas indicaciones.


A derecha e izquierda van quedando algunos bancales de cultivo, algunos más cuidados que otros, cuando sin darnos cuenta estamos llegando ya a Mecina.


La verdad es que lo estamos pasando muy bien...


Ya hemos llegado a Mecina...


... y desde aquí tenemos que ir a Ferreirola, pero al mirar hacia arriba, hacia Pitres, vemos que el cielo se está cubriendo de nuevo y como la temperatura está bajando pensamos que es mejor volver a subir no sea que nos caiga un chaparrón.


Aunque siempre hay tiempo para que Naila vaya descubriendo poco a poco el mundo.


Y que bien que hicimos, porque al poco de llegar a la casa se puso a llover otra vez.


Han sido unos días muy bonitos con mis dos chicas preferidas en una zona de la Alpujarra que cada vez nos gusta más. De hecho estamos seguros que volveremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario